Una de mis series de anime favoritas es una spin-off de una película spin-off una serie de animé clásica. Hokuto no Ken: Raoh Gaiden: Ten no Haoh, que significa algo así como "El puño de la Estrella del Norte: El camino De Raoh, La Voluntad Del Cielo", es una precuela de la película "Hokuto No Ken: Raoh Gaiden" que es a su vez una reinterpretación de parte de la historia de Hokuto No Ken (supongo que todo aficionado al animé conoce HNK)
El mundo de Hokuto No Ken es mucho muy complejo (como el Universo de Dragon Ball). Se mezcla todo: un mundo post-apocalíptico claramente basado en las películas australianas de Mad Max, con punks en ejércitos de motos saqueando a los supervivientes; un protagonista que conoce y emplea las artes marciales al mejor estilo del chino Bruce Lee para sobrevivir, una tierra donde sin explicación hay gigantes que se pasean a sus anchas dando miedo a los habitantes 'normales' (en serio; nunca se explica de donde carajo salieron los gigantes. Aunque uno asume que fueron parte de algún experimento genético de alguna potencia militar anterior a la hecatombe), y un montón de villanos al estilo Dragon Ball, tan poderosos en cuanto a su poder de pelea individual, que literalmente gobiernan o disputan reinos con solo su fuerza física, aunque del otro lado haya espadas, flechas e incluso balas y cañones. Todo amenizado con música heavy-metal. Increíblemente todo esto tan diverso se mezcla en una historia que atrapa donde todo parece congeniar de alguna manera. Los 'guerreros' que pasan por ahí usan armaduras que son una mezcla entre los trajes tipo futbol americano con hombreras neo-punk de las películas post-apocalípticas, y los trajes de artes marciales asiáticos.
Tantas cosas se mezclan en HNK, que incluso las diferentes adaptaciones mezclan cómo es el universo donde transcurre la historia: a veces, el mundo post-apocalíptico se sitúa claramente en "nuestro" mundo (como en el primer capítulo de la serie de animé, donde muestran ruinas de algunas ciudades reales. O la película de 'la leyenda de Toki', donde en la hecatombe nuclear se muestran algunos rascacielos icónicos de Japón). Otras veces, es un mundo similar al nuestro pero sin mucha relación con los países reales (más allá que nombran a la antigua China, de donde es oriundo el obviamente ficcional estilo de pelea Hokuto Shinken (y el Nanto Seiken... y el Gento Kouken... y el Hokuto Ryuken... etc etc); o Mongolia, de donde sale Uigur, el guardián de la ciudad-prisión Casandra), con edificios monstruosos de estilo brutalista rarísimos que parecen de una civilización del futuro (aunque son justo antes de la catástrofe que los deja hechos unas ruinas) y la conformación de países y ciudades no tiene casi paralelismo con nuestra realidad (lo mismo que las civilizaciones que existían antes del apocalipsis, como sucede en la película de 'la leyenda de Yuria', donde incluso en un aeropuerto 'típico' las mujeres usan lo que parece ropa tradicional hindú). En fin, una mezcla donde nadie sabe qué pasó: sólo se conoce que el mundo 'presente' es una ruina.
Bueno, hasta ahí lo 'normal', o que ya asumimos como normal los que nos fumamos todos los episodios de Hokuto No Ken, con relleno incluído. O los que nos leímos todo el manga; o las dos cosas.
Pero HNK - Raoh Gaiden: Ten no Haoh le da una vuelta de tuerca más. No solo es una spin-off que obviamente se enfoca en toda la historia alterna de Raoh, el antagonista principal de Kenshiro en HNK. Sino que encima enfoca a su historia como algo distinto, mezclando el estilo original de 'serie de pelea - vamos a pelear contra el siguiente villano' tipo Dragon Ball, con el de las series 'este reino se pelea contra este otro y tiene que hacer estrategias' tipo Game of Thrones y similares. Estilo que en el animé, obvio, existe desde hace mucho, en parte porque siempre hubo muchos animés inspirados en la vieja historia china del "Enfrentamiento de los 3 Reinos' (una leyenda china tan típica como 'Viaje al Oeste', que inspiró a Dragon Ball. Leyendas que vuelta a vuelta usan en distintos animés)
Y eso es lo otro que agrega Raoh Gaiden: Ten no Haoh. Raoh, el autoproclamado dictador supremo de la nueva era post-apocalíptica, cree que con su poder y sin armas modernas que lo frenen tras el quilombo nuclear, llegó su oportunidad de ordenar al mundo según sus designios. Al margen de que es lógicamente una barbaridad, él cree que eso incluso es algo justo, en base que 'el Cielo lo eligió así' (algo sacado de la conocida filosofía confuciana, que inspiró a Emperadores chinos y japoneses durante milenios). Por eso, a este mundo post-apocalíptico tipo road-movie australiana se le agrega las alegorías a las historias de combates de reinos al estilo chino (como el drama de los 3 reinos que ya mencioné), y la tipografía con los omnipresentes y 'tradicionales' kanjis (los caracteres chinos adoptados por el japonés) se fusionan con el moderno mundo neo-punk donde reina el inglés en carteles y nombres. Las repetídísimas hordas neopunk con pelos con cresta y motocicletas de la serie original, en esta adaptación se mezclan con pandillas al estilo yakuza y esos mismos punks que ya no tienen sólamente corte estilo mohicano y camperas de cuero sino también corte neopunk pero de estilo guerreros japoneses de la era Tokugawa y que incluso ahora visten ropa japonesa de esa época, aunque adaptada con elementos 'modernos' (y piercings!).
Y aunque esa mezcla la tomamos como natural, a mi me fascina que dentro de ese mundo ficcional, ¡algunos de los propios personajes no lo toman tan natural!.
Por ejemplo, en el primer capítulo, se nos muestra como siempre un fogonazo donde caen las bombas nucleares que 'inician' el mundo post-apocalíptico de HNK. Raoh va caminando muy tranquilo como si nada en una ciudad en ruinas (que se parece bastante más a una ciudad de nuestro mundo que en otras adaptaciones... aunque claro, hecha percha) cuando se cruza con una pandilla de los infaltables mafiosos y variopintos neopunk, acá siendo una horda de yakuzas típicamente japoneses, aunque dirigidos por un gigante con un sombrero australiano (como para no perder las raíces). La pandilla viene de saquear y violar, y todos se sienten muy confiados porque están cómodos en ese mundo post-apocalíptico. Incluso la forma en que hablan los muestra como una mafia moderna que esta en su salsa, al estilo Akira. No parecen tener idea que en ese mismo mundo hay tipos como Raoh, Kenshiro, Shin, etc., artistas marciales que individualmente son mucho más fuertes que toda su pandilla...
Ahí es cuando se cruzan con Raoh. Casi lo chocan, y le dicen que se 'corra' del camino de sus motos si sabe lo que le conviene. Pero Raoh, que viene en pose 'seria', que habla de forma muy arcaica, y que les dice que no se puede correr de su camino porque 'el cielo se ofendería', les cae completamente fuera de lógica a la banda de yakuzas.
No entienden qué carajo dice con eso de 'El Cielo', no entienden porqué no les tiene miedo (ellos son muchos y él es uno solo)... y no entienden que con el poder de arte marcial que tiene Raoh (que no es ni por lejos el único de ese mundo) los puede hacer pelota a todos juntos.
Es como si personajes de dos historias completamente distintas se chocaran en un crossover. Pero no es un crossover, es una sola historia, que de tanto ver la serie original, ya la habíamos naturalizado como "un mismo mundo". Un mundo donde pandillas de motoqueros se pelean con personajes tipo Goku (Bueno, se puede decir que Dragon Ball hace la misma mezcla, pero el que la hizo por primera vez es Hokuto No Ken, que es anterior a Dragon Ball. Ademas, en Dragon Ball los personajes variopinto que no encajan, como los dinosaurios y los antopomorfos, aparecen al principio de la historia, cuando es una comedia. Y despues desaparecen)
En fin, no es lo único que me fascina de esta serie. Pero quería arrancar con eso.
El mundo de Hokuto No Ken es mucho muy complejo (como el Universo de Dragon Ball). Se mezcla todo: un mundo post-apocalíptico claramente basado en las películas australianas de Mad Max, con punks en ejércitos de motos saqueando a los supervivientes; un protagonista que conoce y emplea las artes marciales al mejor estilo del chino Bruce Lee para sobrevivir, una tierra donde sin explicación hay gigantes que se pasean a sus anchas dando miedo a los habitantes 'normales' (en serio; nunca se explica de donde carajo salieron los gigantes. Aunque uno asume que fueron parte de algún experimento genético de alguna potencia militar anterior a la hecatombe), y un montón de villanos al estilo Dragon Ball, tan poderosos en cuanto a su poder de pelea individual, que literalmente gobiernan o disputan reinos con solo su fuerza física, aunque del otro lado haya espadas, flechas e incluso balas y cañones. Todo amenizado con música heavy-metal. Increíblemente todo esto tan diverso se mezcla en una historia que atrapa donde todo parece congeniar de alguna manera. Los 'guerreros' que pasan por ahí usan armaduras que son una mezcla entre los trajes tipo futbol americano con hombreras neo-punk de las películas post-apocalípticas, y los trajes de artes marciales asiáticos.
Tantas cosas se mezclan en HNK, que incluso las diferentes adaptaciones mezclan cómo es el universo donde transcurre la historia: a veces, el mundo post-apocalíptico se sitúa claramente en "nuestro" mundo (como en el primer capítulo de la serie de animé, donde muestran ruinas de algunas ciudades reales. O la película de 'la leyenda de Toki', donde en la hecatombe nuclear se muestran algunos rascacielos icónicos de Japón). Otras veces, es un mundo similar al nuestro pero sin mucha relación con los países reales (más allá que nombran a la antigua China, de donde es oriundo el obviamente ficcional estilo de pelea Hokuto Shinken (y el Nanto Seiken... y el Gento Kouken... y el Hokuto Ryuken... etc etc); o Mongolia, de donde sale Uigur, el guardián de la ciudad-prisión Casandra), con edificios monstruosos de estilo brutalista rarísimos que parecen de una civilización del futuro (aunque son justo antes de la catástrofe que los deja hechos unas ruinas) y la conformación de países y ciudades no tiene casi paralelismo con nuestra realidad (lo mismo que las civilizaciones que existían antes del apocalipsis, como sucede en la película de 'la leyenda de Yuria', donde incluso en un aeropuerto 'típico' las mujeres usan lo que parece ropa tradicional hindú). En fin, una mezcla donde nadie sabe qué pasó: sólo se conoce que el mundo 'presente' es una ruina.
Bueno, hasta ahí lo 'normal', o que ya asumimos como normal los que nos fumamos todos los episodios de Hokuto No Ken, con relleno incluído. O los que nos leímos todo el manga; o las dos cosas.
Pero HNK - Raoh Gaiden: Ten no Haoh le da una vuelta de tuerca más. No solo es una spin-off que obviamente se enfoca en toda la historia alterna de Raoh, el antagonista principal de Kenshiro en HNK. Sino que encima enfoca a su historia como algo distinto, mezclando el estilo original de 'serie de pelea - vamos a pelear contra el siguiente villano' tipo Dragon Ball, con el de las series 'este reino se pelea contra este otro y tiene que hacer estrategias' tipo Game of Thrones y similares. Estilo que en el animé, obvio, existe desde hace mucho, en parte porque siempre hubo muchos animés inspirados en la vieja historia china del "Enfrentamiento de los 3 Reinos' (una leyenda china tan típica como 'Viaje al Oeste', que inspiró a Dragon Ball. Leyendas que vuelta a vuelta usan en distintos animés)
Y eso es lo otro que agrega Raoh Gaiden: Ten no Haoh. Raoh, el autoproclamado dictador supremo de la nueva era post-apocalíptica, cree que con su poder y sin armas modernas que lo frenen tras el quilombo nuclear, llegó su oportunidad de ordenar al mundo según sus designios. Al margen de que es lógicamente una barbaridad, él cree que eso incluso es algo justo, en base que 'el Cielo lo eligió así' (algo sacado de la conocida filosofía confuciana, que inspiró a Emperadores chinos y japoneses durante milenios). Por eso, a este mundo post-apocalíptico tipo road-movie australiana se le agrega las alegorías a las historias de combates de reinos al estilo chino (como el drama de los 3 reinos que ya mencioné), y la tipografía con los omnipresentes y 'tradicionales' kanjis (los caracteres chinos adoptados por el japonés) se fusionan con el moderno mundo neo-punk donde reina el inglés en carteles y nombres. Las repetídísimas hordas neopunk con pelos con cresta y motocicletas de la serie original, en esta adaptación se mezclan con pandillas al estilo yakuza y esos mismos punks que ya no tienen sólamente corte estilo mohicano y camperas de cuero sino también corte neopunk pero de estilo guerreros japoneses de la era Tokugawa y que incluso ahora visten ropa japonesa de esa época, aunque adaptada con elementos 'modernos' (y piercings!).
Y aunque esa mezcla la tomamos como natural, a mi me fascina que dentro de ese mundo ficcional, ¡algunos de los propios personajes no lo toman tan natural!.
Por ejemplo, en el primer capítulo, se nos muestra como siempre un fogonazo donde caen las bombas nucleares que 'inician' el mundo post-apocalíptico de HNK. Raoh va caminando muy tranquilo como si nada en una ciudad en ruinas (que se parece bastante más a una ciudad de nuestro mundo que en otras adaptaciones... aunque claro, hecha percha) cuando se cruza con una pandilla de los infaltables mafiosos y variopintos neopunk, acá siendo una horda de yakuzas típicamente japoneses, aunque dirigidos por un gigante con un sombrero australiano (como para no perder las raíces). La pandilla viene de saquear y violar, y todos se sienten muy confiados porque están cómodos en ese mundo post-apocalíptico. Incluso la forma en que hablan los muestra como una mafia moderna que esta en su salsa, al estilo Akira. No parecen tener idea que en ese mismo mundo hay tipos como Raoh, Kenshiro, Shin, etc., artistas marciales que individualmente son mucho más fuertes que toda su pandilla...
Ahí es cuando se cruzan con Raoh. Casi lo chocan, y le dicen que se 'corra' del camino de sus motos si sabe lo que le conviene. Pero Raoh, que viene en pose 'seria', que habla de forma muy arcaica, y que les dice que no se puede correr de su camino porque 'el cielo se ofendería', les cae completamente fuera de lógica a la banda de yakuzas.
No entienden qué carajo dice con eso de 'El Cielo', no entienden porqué no les tiene miedo (ellos son muchos y él es uno solo)... y no entienden que con el poder de arte marcial que tiene Raoh (que no es ni por lejos el único de ese mundo) los puede hacer pelota a todos juntos.
Es como si personajes de dos historias completamente distintas se chocaran en un crossover. Pero no es un crossover, es una sola historia, que de tanto ver la serie original, ya la habíamos naturalizado como "un mismo mundo". Un mundo donde pandillas de motoqueros se pelean con personajes tipo Goku (Bueno, se puede decir que Dragon Ball hace la misma mezcla, pero el que la hizo por primera vez es Hokuto No Ken, que es anterior a Dragon Ball. Ademas, en Dragon Ball los personajes variopinto que no encajan, como los dinosaurios y los antopomorfos, aparecen al principio de la historia, cuando es una comedia. Y despues desaparecen)
En fin, no es lo único que me fascina de esta serie. Pero quería arrancar con eso.