Como en cualquier otra afición, y muy especialmente entre el fandom Occidental, entre los aficionados a la cultura popular japonesa siempre habrá gente de bien y gente que cruza una línea errónea, y ocurren episodios desagradables como el que tratamos en esta noticia y que proyectan una imagen deplorable tanto a los ajenos a la afición como a los propios japoneses.

En el anime DARLING in the FRANXX se desarrolla un drama romántico entre el protagonista Hiro, la coprotagonista Zero Two, la pistil Ichigo y el stamen Goro. La emisión del episodio más reciente de DarliFra ha desatado una auténtica tormenta en las redes sociales a raíz del comportamiento de Ichigo, hasta tal punto que se ha creado un hashtag con un nombre ofensivo (“#Bitchigo”) e incluso se ha llegado a acosar a personas del staff encargado del proyecto.

Yuichi Fukushima, productor del recién formado CloverWorks, publicó dos tuits en su cuenta personal en Twitter; en el primero de ellos daba gracias al staff por su buen trabajo y pedía a los fans seguir apoyando la serie la semana siguiente, mientras en el segundo elogiaba la escena final del episodio. A pesar del contenido inocente de ambos, los tuits han recibido gran cantidad de comentarios con enfado y amenazas.

Algunos de esos comentarios expresan su decepción por el contenido del episodio, mientras otros son, directamente, amenazas de muerte hacia el director y el guionista. Por destacar algunas de las barbaridades, encontramos tuits que piden a Fukushima que despida al guionista Hiroshi Seko, mientras otros llegan al extremo de sugerir que Seko se suicide.

Sobra decir que, como hemos mencionado al principio de la noticia, no todo el fandom es malo. Tanto en el mencionado hashtag como en los tuits de Fukushima también comentan personas pidiendo calma y cabeza a pesar de también están cabreadas por lo que ha ocurrido con Ichigo.

Con este episodio catorce de DARLING in the FRANXX se escribe otra página en el libro de razones por las que hay personas que se muestran escépticas hacia aquellos que consumen anime y manga, a la vez que ofrece una impresión nefasta del fandom extranjero en especial. Es algo injusto para aquellas personas que ven DarliFra como lo que es: una serie de animación japonesa; pero al mismo tiempo es necesario para visibilizar un problema que hay que combatir.