16-07-2012, 17:35
[SIZE="5"]¿Que pasaría si tratases de batear una bola al 90% de la velocidad de la luz?[/SIZE]
[SIZE="3"]Esto puede aplicarse a todas las tecnicas tipo caballeros del zodiaco[/SIZE]
Dejemos aparte la cuestión de como la pelota llegó a moverse tan rápido. Supondremos que es un lanzamiento normal, excepto en el instante en que suelta la pelota, en el que por magia acelera hasta 0.9c (C es la velocidad de la luz). Desde ese punto hacia adelante todo procede de acuerdo con la física normalmente.
La respuesta es "muchas cosas", y todas pasan muy deprisa, y no terminan bien para el bateador (o el lanzador). Me senté con unos cuantos libros de física, una figurilla de Nolan Ryan, y un puñado de cintas sobre test nucleares e intenté averiguar las cosas. Lo que sigue es mi mejor aproximación en un escenario nanosegundo por nanosegundo:
La pelota va tan rápido que todo lo demás es prácticamente estacionario. Incluso las moléculas de aire son estacionarias. Las moléculas de aire vibran a un ritmo de unos pocos cientos de millas por hora, pero la pelota se mueve a través a 600 millones de millas por hora. Esto significa que por lo que le importa a la pelota, las partículas simplemente están hay colgando congeladas.
Las ideas de aerodinámica no se aplican aquí. Normalmente el aire fluiría alrededor de cualquier cosa que se mueva a través de el. Pero las moléculas en frente de la pelota no tienen tiempo de escapar de su camino. La pelota les pega tan fuerte que los átomos en las moléculas de aire se fusionan con los átomos en la superficie de la pelota. Cada colisión suelta una ráfaga de rayos gamma y suelta partículas alrededor.
Estos rayos gamma y los restos se expanden hacia delante en forma de burbuja centrada en el montículo del lanzador. Empiezan a destruir las moléculas del aire, arrancando los electrones de los núcleos y transformando el aire del estadio en una burbuja en expansión de plasma incandescente. El muro de esta burbuja se acerca al bateador a mas o menos la velocidad de la luz, solo un poco por delante de la bola.
La fusión en frente de la bola la empuja para atrás haciendo que viaje más lenta, como si la bola fuese un cohete que vuela con el motor encendido para adelante. Desgraciadamente la pelota va tan rápido que incluso la tremenda fuerza de la reacción termonuclear que se está llevando a cabo no la frena apenas. Sin embargo, empieza a desintegrar la superficie de la bola, disparando pequeñas partículas en todas las direcciones. Estas partículas van tan rápido que provocan otras dos o tres rondas de fusión más.
Después de 70 nanosegundos la pelota llega al destino. El bateador no a visto al lanzador soltar la pelota dado que la luz que lleva esa información le llega más o menos a la vez que la pelota. Las colisiones con el aire han desintegrado la pelota casi por completo, y ahora es una nube con forma de bala hecha de plasma (mayormente carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno) penetrando en el aire y provocando más fusiones según avanza. El frente de rayos X golpea al bateador primero, y un puñado de nanosegundos después la nube de partículas.
Cuando llega al bateador, el centro de la nube aun se mueve a una fracción apreciable de la velocidad de la luz. Golpea al bate primero, pero luego el bateador, la base, y el que recibe son alzados y lanzados hacia atrás a través del arbitro a la vez que se desintegran. El frente de rayos X y plasma supercaliente se expande en todas direcciones, tragándose al arbitro, ambos equipos, las gradas y los vecindarios cercanos, todo en el primer microsegundo.
Suponte que lo estás viendo desde una colina fuera de la ciudad. Lo primero que verías sería una luz brillante, mucho más brillante que el Sol. Esto gradualmente pierde su brillo a los pocos segundos, y una bola de fuego crece en una nube con forma de seta. Entonces, con un gran estruendo, la onda expansiva llega, desgarrando árboles y destrozando casas.
Todo alrededor de una milla alrededor del estadio desaparece a ras de tierra, y la tormenta de fuego se traga la ciudad. El diamante de beisbol es ahora un gran cráter, centrado a unos pocos cientos de pies detrás de la posición del árbitro.
[SIZE="1"]Un cuidadoso examen del reglamento de la Liga Mayor de Beisbol 6.08(b) sugiere que esta situación, el bateador sería considerado "golpeado por el lanzador", y tendría el derecho de avanzar a la primera base.[/SIZE]
Fuente: http://what-if.xkcd.com
[SIZE="3"]Esto puede aplicarse a todas las tecnicas tipo caballeros del zodiaco[/SIZE]
Dejemos aparte la cuestión de como la pelota llegó a moverse tan rápido. Supondremos que es un lanzamiento normal, excepto en el instante en que suelta la pelota, en el que por magia acelera hasta 0.9c (C es la velocidad de la luz). Desde ese punto hacia adelante todo procede de acuerdo con la física normalmente.
La respuesta es "muchas cosas", y todas pasan muy deprisa, y no terminan bien para el bateador (o el lanzador). Me senté con unos cuantos libros de física, una figurilla de Nolan Ryan, y un puñado de cintas sobre test nucleares e intenté averiguar las cosas. Lo que sigue es mi mejor aproximación en un escenario nanosegundo por nanosegundo:
La pelota va tan rápido que todo lo demás es prácticamente estacionario. Incluso las moléculas de aire son estacionarias. Las moléculas de aire vibran a un ritmo de unos pocos cientos de millas por hora, pero la pelota se mueve a través a 600 millones de millas por hora. Esto significa que por lo que le importa a la pelota, las partículas simplemente están hay colgando congeladas.
Las ideas de aerodinámica no se aplican aquí. Normalmente el aire fluiría alrededor de cualquier cosa que se mueva a través de el. Pero las moléculas en frente de la pelota no tienen tiempo de escapar de su camino. La pelota les pega tan fuerte que los átomos en las moléculas de aire se fusionan con los átomos en la superficie de la pelota. Cada colisión suelta una ráfaga de rayos gamma y suelta partículas alrededor.
Estos rayos gamma y los restos se expanden hacia delante en forma de burbuja centrada en el montículo del lanzador. Empiezan a destruir las moléculas del aire, arrancando los electrones de los núcleos y transformando el aire del estadio en una burbuja en expansión de plasma incandescente. El muro de esta burbuja se acerca al bateador a mas o menos la velocidad de la luz, solo un poco por delante de la bola.
La fusión en frente de la bola la empuja para atrás haciendo que viaje más lenta, como si la bola fuese un cohete que vuela con el motor encendido para adelante. Desgraciadamente la pelota va tan rápido que incluso la tremenda fuerza de la reacción termonuclear que se está llevando a cabo no la frena apenas. Sin embargo, empieza a desintegrar la superficie de la bola, disparando pequeñas partículas en todas las direcciones. Estas partículas van tan rápido que provocan otras dos o tres rondas de fusión más.
Después de 70 nanosegundos la pelota llega al destino. El bateador no a visto al lanzador soltar la pelota dado que la luz que lleva esa información le llega más o menos a la vez que la pelota. Las colisiones con el aire han desintegrado la pelota casi por completo, y ahora es una nube con forma de bala hecha de plasma (mayormente carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno) penetrando en el aire y provocando más fusiones según avanza. El frente de rayos X golpea al bateador primero, y un puñado de nanosegundos después la nube de partículas.
Cuando llega al bateador, el centro de la nube aun se mueve a una fracción apreciable de la velocidad de la luz. Golpea al bate primero, pero luego el bateador, la base, y el que recibe son alzados y lanzados hacia atrás a través del arbitro a la vez que se desintegran. El frente de rayos X y plasma supercaliente se expande en todas direcciones, tragándose al arbitro, ambos equipos, las gradas y los vecindarios cercanos, todo en el primer microsegundo.
Suponte que lo estás viendo desde una colina fuera de la ciudad. Lo primero que verías sería una luz brillante, mucho más brillante que el Sol. Esto gradualmente pierde su brillo a los pocos segundos, y una bola de fuego crece en una nube con forma de seta. Entonces, con un gran estruendo, la onda expansiva llega, desgarrando árboles y destrozando casas.
Todo alrededor de una milla alrededor del estadio desaparece a ras de tierra, y la tormenta de fuego se traga la ciudad. El diamante de beisbol es ahora un gran cráter, centrado a unos pocos cientos de pies detrás de la posición del árbitro.
[SIZE="1"]Un cuidadoso examen del reglamento de la Liga Mayor de Beisbol 6.08(b) sugiere que esta situación, el bateador sería considerado "golpeado por el lanzador", y tendría el derecho de avanzar a la primera base.[/SIZE]
Fuente: http://what-if.xkcd.com