09-03-2018, 16:18
(Última modificación: 09-03-2018, 16:18 por hormiga_electrica.)
Una cantidad creciente de las producciones anuales de anime son adaptaciones de light novels japonesas. Las producciones de anime han sido frecuentemente adaptaciones de otros medios desde el inicio del anime moderno en 1963, así que la adaptación de light novels que empezó a mediados de 1980s no debería sorprender a nadie.
Sin embargo la voraz demanda contemporánea por light novels ha creado un inevitable énfasis en la velocidad de producción y cantidad, en detrimento de la calidad.
Escritores como NisiOisin literalmente producen novelas completas de prosa tan rápido como una por mes. Light Novels populares como Shield Hero de Aneko Yusagi están plagadas de plot holes, retcons, contradicciones y errores narrativos debido a que los libros son poco más que bocetos rápidos enviados al mercado con un mínimo de intervención de la editorial.
Desde 1960s hasta bien entrados los 1990s, tanto como anime fue un arte comercial, frecuentemente caracterizado por un toque pensativo, personal. Vampire Hunter D y Yoju Toshi exudaban la sensualidad gótica de la prosa de Hideyuiki Kikuchi. Crusher Joe y Dirty Pair se sentían como el tipo de personajes que Haruka Takachiko amaba. The legend of the Galactic Heroes demostró la deliberación del autor Yoshiki Tanaka de crear una masiva épica galáctica.
Tenchi Muyo se sentía como la fantasía épica personal de Masaki Kajishima.
Sin embargo, especialmente los animes de hoy en día basados en light novels, muy frecuentemente se sienten tremendamente redundantes y derivativos, o frustrantemente chapuceros y sin cuidado.
Dragon Crisis de Kaya Kizaki es una remake con el rol y genero del protagonista invertido de Zero no Tsukamia de Noboru Yamaguchi. Sagu Aoyama básicamente reescribió su propio Ro-Kyu-bu! como Tenshi no 3P simplemente cambiando un hobby por otro. Log Horizon de Mamare Touno se siente como un intento de reescribir Sword Arts Online Reki Kawahara con otro énfasis.
El escenario inicial de IS de Izuru Yumizuru y Gakusen Toshi Asterisk de Yuu Miyasaki son notablemente similares, al igual que sucede con el Kusen Madoshi Kohosei no Kyokan de Yu Moroboshi y Rokudenashi Majutsu Koushi to Akashic Records de Taro Hitsuji. Estas últimas son virtualmente intercambiables.
Las light novels Death March kara Hajimaru Isekai Kyousoukyoku de Hiro Ainana se estrenaron antes de Isekai wa Smartphone to Tomo ni de Patora Fuyuhara, pero tuvo una adaptación a anime después. Ambas series se sienten virtualmente idénticas.
El problema más grande de redundancia y la derivación es la negligencia a la hora de escribir, prominente característica de las light novels japonesas contemporáneas y que se está propagando al anime
"Entra todo" era un lema no hablado de la Era Dorada del anime porque animes como Battle Royal High School, Ai City, Genma Taisen, Urusei Yatsura, Samy Missing 99, and Elf-17 eran completamente locos.
Hoy en día en las adaptaciones de light novels los eventos ocurren no porque los animadores carezcan de inhibiciones y sean juguetona y salvajemente creativos, sino porque los autores contemporáneos son descuidados y vagos.
En el primer episodio de Grancrest Senki, basado en las LN de Ryo Mizuno, el Señor Demonio abruptamente aparece y desaparece sin otra razón porque el autor se le dio la gana. Además tenes un señor regional que trata de detener los viajes del protagonista por la simple razón de que la historia necesitaba una escena de acción.
En el primer episodio del anime Death March kara Hajimaru Isekai Kyousoukyoku el protagonista se despierta en un mundo de video juegos. Como llego ahí es completamente ignorado. Incluso la LN del 2000 Kyo Kara Maoh! al menos tenia la absurda explicación del protagonista cayéndose por un inodoro mágico y terminando en un mundo de fantasía. Incluso una explicación boba es mejor que no tener explicación ninguna. Entonces una turba de monstruos localizan y atacan al protagonista simplemente para que el pueda arbitrariamente derrotarlos y levelar instantáneamente. Estos desarrollos de la trama no tienen ningún sentido. No tienen una explicación lógica o narrativa, contexto o justificación.
En el primer episodio de Märchen Mädchen de las LN de Tomohiro Matsu, la protagonista Hazuki encuentra un tomo mágico en su mochila. Aparece ahí sin ninguna explicación.
En vez de molestarse en componer un escenario lógico, creíble, la mierda simplemente pasa porque el autor lo dice. Como resultado estas historias no son creíbles. No son inmersivas porque no tienen reglar intrínsecas o lógica. Pero dedicar tiempo a escribir explicaciones y crear escenarios creíbles requiere un tiempo y un esfuerzo que los autores de LNs contemporáneas no se pueden permitir.
La perspectiva de escritores, editores y estudios es que los detalles no importan mientras la familiar y redundante acción entre en funcionamiento lo más rápido posible. Pero al menos para mí, la mayoría del atractivo del anime siempre ha sido en los detalles, en lo personal de la sensibilidad artística de los autores y creadores. Cuando los autores toman atajos baratos porque no les importa los matices y detalles, encuentro muy difícil siquiera preocuparme por sus personajes y sus historias.
Fuente: Anime Nation
Sin embargo la voraz demanda contemporánea por light novels ha creado un inevitable énfasis en la velocidad de producción y cantidad, en detrimento de la calidad.
Escritores como NisiOisin literalmente producen novelas completas de prosa tan rápido como una por mes. Light Novels populares como Shield Hero de Aneko Yusagi están plagadas de plot holes, retcons, contradicciones y errores narrativos debido a que los libros son poco más que bocetos rápidos enviados al mercado con un mínimo de intervención de la editorial.
Desde 1960s hasta bien entrados los 1990s, tanto como anime fue un arte comercial, frecuentemente caracterizado por un toque pensativo, personal. Vampire Hunter D y Yoju Toshi exudaban la sensualidad gótica de la prosa de Hideyuiki Kikuchi. Crusher Joe y Dirty Pair se sentían como el tipo de personajes que Haruka Takachiko amaba. The legend of the Galactic Heroes demostró la deliberación del autor Yoshiki Tanaka de crear una masiva épica galáctica.
Tenchi Muyo se sentía como la fantasía épica personal de Masaki Kajishima.
Sin embargo, especialmente los animes de hoy en día basados en light novels, muy frecuentemente se sienten tremendamente redundantes y derivativos, o frustrantemente chapuceros y sin cuidado.
Dragon Crisis de Kaya Kizaki es una remake con el rol y genero del protagonista invertido de Zero no Tsukamia de Noboru Yamaguchi. Sagu Aoyama básicamente reescribió su propio Ro-Kyu-bu! como Tenshi no 3P simplemente cambiando un hobby por otro. Log Horizon de Mamare Touno se siente como un intento de reescribir Sword Arts Online Reki Kawahara con otro énfasis.
El escenario inicial de IS de Izuru Yumizuru y Gakusen Toshi Asterisk de Yuu Miyasaki son notablemente similares, al igual que sucede con el Kusen Madoshi Kohosei no Kyokan de Yu Moroboshi y Rokudenashi Majutsu Koushi to Akashic Records de Taro Hitsuji. Estas últimas son virtualmente intercambiables.
Las light novels Death March kara Hajimaru Isekai Kyousoukyoku de Hiro Ainana se estrenaron antes de Isekai wa Smartphone to Tomo ni de Patora Fuyuhara, pero tuvo una adaptación a anime después. Ambas series se sienten virtualmente idénticas.
El problema más grande de redundancia y la derivación es la negligencia a la hora de escribir, prominente característica de las light novels japonesas contemporáneas y que se está propagando al anime
"Entra todo" era un lema no hablado de la Era Dorada del anime porque animes como Battle Royal High School, Ai City, Genma Taisen, Urusei Yatsura, Samy Missing 99, and Elf-17 eran completamente locos.
Hoy en día en las adaptaciones de light novels los eventos ocurren no porque los animadores carezcan de inhibiciones y sean juguetona y salvajemente creativos, sino porque los autores contemporáneos son descuidados y vagos.
En el primer episodio de Grancrest Senki, basado en las LN de Ryo Mizuno, el Señor Demonio abruptamente aparece y desaparece sin otra razón porque el autor se le dio la gana. Además tenes un señor regional que trata de detener los viajes del protagonista por la simple razón de que la historia necesitaba una escena de acción.
En el primer episodio del anime Death March kara Hajimaru Isekai Kyousoukyoku el protagonista se despierta en un mundo de video juegos. Como llego ahí es completamente ignorado. Incluso la LN del 2000 Kyo Kara Maoh! al menos tenia la absurda explicación del protagonista cayéndose por un inodoro mágico y terminando en un mundo de fantasía. Incluso una explicación boba es mejor que no tener explicación ninguna. Entonces una turba de monstruos localizan y atacan al protagonista simplemente para que el pueda arbitrariamente derrotarlos y levelar instantáneamente. Estos desarrollos de la trama no tienen ningún sentido. No tienen una explicación lógica o narrativa, contexto o justificación.
En el primer episodio de Märchen Mädchen de las LN de Tomohiro Matsu, la protagonista Hazuki encuentra un tomo mágico en su mochila. Aparece ahí sin ninguna explicación.
En vez de molestarse en componer un escenario lógico, creíble, la mierda simplemente pasa porque el autor lo dice. Como resultado estas historias no son creíbles. No son inmersivas porque no tienen reglar intrínsecas o lógica. Pero dedicar tiempo a escribir explicaciones y crear escenarios creíbles requiere un tiempo y un esfuerzo que los autores de LNs contemporáneas no se pueden permitir.
La perspectiva de escritores, editores y estudios es que los detalles no importan mientras la familiar y redundante acción entre en funcionamiento lo más rápido posible. Pero al menos para mí, la mayoría del atractivo del anime siempre ha sido en los detalles, en lo personal de la sensibilidad artística de los autores y creadores. Cuando los autores toman atajos baratos porque no les importa los matices y detalles, encuentro muy difícil siquiera preocuparme por sus personajes y sus historias.
John, de AnimeNation Anime News Blog
Fuente: Anime Nation