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Las cronicas de Midgard libro I. (Novela)
#5
Kait desesperado corrió en dirección al castillo de Miltran. Al parecer su pesadilla no estaba equivocada… nuevamente… otra vez estaba pasando. Pasó, en su camino, por una tienda de armas mágicas. Tal vez debía proveerse de algún tipo de armas. Y eso sumado a los venenos que solía usar…
Entró a la tienda.
No había nadie a la vista. Tocó el timbre que sonó con menos fuerza que la lluvia de afuera mientras miraba los estantes. Uno a uno los fue observando. Había armas de todo tipo: Mandobles, espadas, cimitarras, arcos y ballestas de todo tipo y forma. Se acercó y miró de cerca de un arco de color dorado con una flecha en su carcaj.
-¡Ah! Veo que te gusta el arco Tifón…
Se dio vuelta asustado. ¿Desde cuando estaba ella allí? La que había hablado era una chica joven de pelo platinado y vestido rojo. Sus ojos azules hacían juego con su vestido rojo.
-¿Eres la dueña de este lugar?
-Algo así, veo que te atrajo el arco de Tifón, pero su historia atrae más.
Kait no podía salir de la belleza de la chica, así que poco la escuchaba… Como si fuera un sueño.
-¿te interesa la historia de este arco y su Carcaj único?
-Sí, ¿Qué tiene de especial este arco y su carcaj?
-Verás… fue una noche como la de hoy, hace dieciséis años, un hombre misterioso con una herida profunda golpeó las puertas. Pensando que era un viajero en apuros mis padres abrieron la puerta y el hombre les entregó este arco de cazador. El hombre, un sicario, le dijo que lo guardara bien hasta que viniera su heredero…
Kait estaba de pronto interesado. ¿Un arma con heredero?

Kait… Kait… Tómame… Te daré mi poder si me entregas tu alma…

¿El arco le hablaba? ¡Era para él!
-¿Qué haces? ¡Ey!
-El arco, me llama, debo darle mi alma…
-Así que tú eres el heredero de aquel hombre…
Kait tocó el arma y esta brilló tan intensamente que la chica quedó cegada por un instante. Al momento siguiente Kait vestía el arco y el carcaj único. Pero, ¿Cómo hacía para disparar a varios objetivos con una sola flecha? y ahí fue que descubrió la magia del arma.
-La flecha sigue saliendo una vez arrojada la primera… lleva flechas que se auto recargan.
-¡Increíble!
La joven lo miro intrigada.
-¿Quién eres? –Inquirió ella.
¿Quién era? ¿No se exponía demasiado al ir tan adentro de la ciudad? Ni modo.
-Mi nombre es Kait…
-¿El ladrón de las camelias? ¡Guau! ¡Eres muy joven para ser un ladrón! ¡Soy tu principal admiradora!
Kait se sintió un poco incomodo. Así que tenía admiradoras. Era lo último que se le hubiese ocurrido.
-¿Ibas a “Puñal”?
-¿Qué…? ¿Cómo lo sabes?
-Pues… a decir verdad… con ese atuendo todo mojado y oscuro no tenías esperanzas de ir a otro lugar… Igualmente es peligroso que vayas solo a “Puñal”, podrías encontrarte con los hombres-toro…
-¿hombres toro? ¿No son los que se encuentran en Relien?
-Si pero por alguna razón vinieron desde Relien y se han llevado a un tipo a las mazmorras del castillo. Creo que su nombre es Ishtar.
Kait sintió un nudo en el estomago. Ishtar capturado.
-¡Tengo que rescatarlo!
-¿Necesitas ayuda?
Kait que estaba de espaldas a ella se dio cuenta con quien estaba solo un instante después, cuando ella apareció frente a él.
-¡Tú! ¡Eres una alquimista!
-Reina roja, mucho gusto, vamos no hay tiempo que perder.
La reina roja estaba vestida con su vestido rojo. Y tan rápidos como el viento se dirigieron al castillo de Miltran.
-¡Ishtar espérame!





Raziel Saehara
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Las cronicas de Midgard libro I. (Novela) - por Raziel_Saehara - 07-10-2012, 22:38