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Siguiendote hasta la muerte.
#4
¡ Atención! Este capitulo es fuerte. No recomendado para gente feliz. ¡Lean!


Capitulo IV: Una razón para no creer.

Había pasado casi un año desde el inicio del tratamiento para desestabilizar la esquizofrenia. Parecía que lo peor había pasado… bueno, en realidad todo estaba mejor.
Benjamín había vuelto a trabajar en el puesto de periódicos. Su madre, Adriana, en cambio estaba más deprimida que nunca. Todo lo que había pasado había destruido a la familia, pero en ese momento nada importaba. Sonaría egoísta decir que Benjamín se preocupaba solo por su salud pero… ¿Quién se preocupaba por él? Y no tenía con que soñar. Y hablando de sueños… hacía ya un año que soñaba con lo mismo. La pesadilla que tenía a su ex de protagonista y a los enfermeros de Open Doors de antagonistas, se repetía día a día sin importar la temperatura que hiciera o si disponía de dinero o no. La pesadilla no discriminaba.
Seguía asistiendo a las reuniones de los testigos de Jehová. Al parecer le hacia bien. Pero solo al parecer… Gatasbael aún no había dicho su última palabra.
Además de la pesadilla había otro sueño en su mente y tenía que ver con el gobierno del mundo. En su mente se había creado el consejo de los siete. ¿De que trataba? Iba a matar a todos… ¡TODOS! Solo los testigos podían vivir.
Sonaba a locura, eso lo sabía, pero que podía hacer.
-¿Por qué no se lo contás a tu familia? ¿Qué dirían ellos? –Sonaba una voz en su mente: Gatasbael había vuelto.
-¿Por qué no te callás? ¡Yo no soy un asesino!
-¿Hace cuanto venís soñando con muertes? Date el gusto.
La voz tenía razón. ¿Cómo era que había llegado a esto? Tenía que pedir ayuda.
Un día después de lo acontecido en su mente todo se puso raro. Se encerraba en su pieza a leer un libro que hablaba del Apocalipsis. Su mente estaba inestable. Necesitaba ayuda.
Su madre, a pesar de la depresión que estaba pasando, se dio cuenta que algo malo estaba pasando.
-¿Pasa algo Benja?
-Má, no te asustes, quiero ir a Open Doors, necesito ver a un doctor.
-¿Por qué? ¿Volvió?
A veces el silencio es la voz que más habla. Y este era el caso…


Esperaron en la sala del pabellón a un medico que se dignase a atenderlos.
-Hijo, sabes que la posibilidad de que te dejen internado para retocar la medicación es inminente.
Se había hecho más silencio. Sabía lo que era eso. Todavía estaba fresco en su mente… en la de ambos.
-Ortega…
Sonó su apellido en el salón de visitas. Al otro lado de la puerta se veía a los pacientes deambulando como si se tratara de zombies de una mala película. Sus cerebros habían colapsado al igual que el suyo. Primero entró su madre. Necesitaba hablar con el medico de turno. Benjamín espero afuera y una voz resonó en su mente.
-Che, Testigo de Jehová, ¿donde está tu Dios ahora?
Por un momento dubitativo pensó en lo que le estaba pasando. “Una prueba” se decía y rezaba para sus adentros.
-¿Queres que te repita tu un versículo que te decías a vos mismo? –Decía la voz y acto seguido recitó: “Dios no pone a prueba ni es puesto a prueba él por nadie” ¿Recordás?
-Sí recuerdo. Dios no tiene la culpa de que vos existas, vos sos un error de la vida, un error de mi mente dividida.
-Ortega… -llamó el medico y su madre salió, no le gustó para nada su cara.
-Entre Ortega –el medico le extendió una mano que Benjamín aceptó gustoso- ¿Qué anda pasando?
Benjamín relató lo que decía su mente y como, día a día, esperaba haberse levantado y que el Armagedón hubiese destruido todo y a todos.
-Decime Benjamín, ¿Vos crees que eso es real?
-Sí, por supuesto, sino no estaría escrito en la biblia…
Después de la charla. El medico se dio cuenta que algo no andaba bien y decidió dejarlo internado un mes.
Allí dentro se dio cuenta de algo: Dios estaba en la vida de todos ellos. No era el único que esperaba el Armagedón. No era el único que sabía salmos de memoria. Allí, en aquel oscuro lugar, se dio cuenta que creer no te daba ventajas. Ahí se dio cuenta que Dios, aquel Dios en el que había creído, no existía, jamás existió y nunca pensaba salvarlo. Aquel día dejó de creer y comenzó a comprender. A entender.





Raziel Saehara
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Mensajes en este tema
Siguiendote hasta la muerte. - por Raziel_Saehara - 21-03-2012, 20:44