24-07-2009, 18:33
Advertencia de la red solidaria y médicos del mundo
Se habilitaron líneas telefónicas de atención inmediata para ayudar a las personas que están en situación de calle. La historia de la familia Heredia que vive a la intemperie con dos niños. Por qué no quieren ir a un hogar de tránsito.
Los Heredia. Viven con dos criaturas en el hall del Instituto Nacional de la Vivienda.
Levantá la vista, mirá lo que pasa a tu alrededor y llamá al 108 en la ciudad de Buenos Aires, al 911 en la provincia y en cualquier parte del país a los bomberos, la ambulancia o la policía. Con la intención de disminuir las 102 víctimas mortales que se produjeron el histórico invierno de 2007 cuando nevó en la ciudad de Buenos Aires, Juan Carr, titular de la Red Solidaria, comenzó una campaña que apunta a que los ciudadanos se comprometan a colaborar con la gente en situación de calle y puedan llamar a los organismos correspondientes para preservar su salud los días más fríos del año. Ayer, por la ola de frío, murió un hombre de 51 años que se trasladaba a su trabajo en bicicleta en la ciudad de Paraná.
La Organización Médicos del Mundo Argentina, según su último informe de diciembre de 2008, contabilizó más de 10.000 personas en situación de calle, mientras que el Gobierno de la Ciudad sumó 1.029 casos. Estamos tratando de sobrevivir y seguir adelante pensando en los chicos, dijo Heredia quien considera que lo que les da el gobierno porteño no es digno. Los encierran en un centro de evacuados o en un parador y tienen que estar y salir a horario, firmar planillas y la comida es un desastre.
UNA FAMILIA EN LA CALLE. En la ciudad de Buenos Aires, Débora Hernández, de 18 años, le da la teta a su hijo de tres semanas de vida, mientras que Melody, su nena de un año y dos meses, busca algún objeto que pueda simular un juguete. Alejandro Heredia, de 21, come una hamburguesa que sacó de una bolsa. Hace diez meses que viven en la calle. La situación, que sucede a diario en la puerta del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), Sarmiento 840, se hace insostenible cuando la helada azota.
El martes por la noche, personal del programa de asistencia social Buenos Aires Presente (BAP) que depende de la Dirección General de Atención Inmediata del Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad fue a buscarlos y los exhortó a que los acompañen al Centro de Evacuados. Con el Operativo Frío nos llevaron al centro, pero la convivencia es terrible. Hay mucha gente adulta con los menores y hay también gente enferma que se orina y que debería estar en hospital, dice la familia Heredia.
De esta forma, ni con los paradores nocturnos, donde la familia debe separarse ya que no son mixtos, ni con el centro de evacuados ni con el subsidio habitacional de 450 pesos que les dieron y que les duró cuatro noches cada noche con criaturas en un hotel de Constitución nos costó 100$, dicen pudieron solucionar su problema domiciliario.
Al igual que a la familia Heredia, según informó el Ministerio de Desarrollo Social, se brindó asistencia a 1.153 personas por medio del plan de emergencia, que involucra a 80 asistentes sociales y 30 unidades móviles. La atención incluyó la provisión de alimentos, abrigo e infusiones calientes para combatir las bajas temperaturas y la derivación a hogares y paradores. En consonancia con la campaña de Red Solidaria, recordó que está a disposición la Línea de Atención Social Inmediata (108) para pedidos espontáneos de solicitud de frazada, vianda, vestimenta o alojamiento por parte de población en situación de calle o de gente que advierta la presencia de personas que requieren esa asistencia.
OPINIÓN
Han sido muy maltratados
Alfredo Moffatt (Psicólogo social. Ex director del Hogar Félix Lora, asilo para indigentes de la Municipalidad de Buenos Aires)
La población nueva de marginales es diferente a la del viejo linyera que no quería ir a los paradores porque era un régimen muy militar, donde debía bañarse forzosamente y no había condiciones de intimidad. Anteriormente, las familias se defendían y conseguían lugares con calorcito. Ahora la situación es muy difícil porque la cantidad ha aumentado terriblemente y hay familias enteras en situación de calle. Muchas no quieren aceptar las condiciones porque el régimen sigue siendo militar, pero básicamente porque al ir al parador pierden sus pertenencias ya que no las pueden dejar en la calle. Deberían despojarse de sus colchones y sus cartones. El alcohol es otro tema. Una vez, un borracho me dijo que el diván del pobre es un cartón de vino porque quita el hambre, el frío y la desesperación. Entonces, lo que se piensa como un vicio muchas veces es utilizado para defenderse de una situación atroz.
La ayuda que se les brinda se les otorga desde las pautas de higiene, desde una concepción de clase media y desde un horario cuartelero. Muchos incluso tienen miedo de que se los identifique. Son gente que ha sido muy maltratada y que vive la patología de sobrevivir: se encuentra en un presente continuo donde no hay mañana ni futuro, sólo cuenta salvarse en ese momento. Por todos estos factores y las situaciones que vivieron, las condiciones ofrecidas no siempre son tentadoras para que el hombre deje la calle.
Fuente: Critica de la Argentina 24/07/09
Se habilitaron líneas telefónicas de atención inmediata para ayudar a las personas que están en situación de calle. La historia de la familia Heredia que vive a la intemperie con dos niños. Por qué no quieren ir a un hogar de tránsito.
Los Heredia. Viven con dos criaturas en el hall del Instituto Nacional de la Vivienda.
Levantá la vista, mirá lo que pasa a tu alrededor y llamá al 108 en la ciudad de Buenos Aires, al 911 en la provincia y en cualquier parte del país a los bomberos, la ambulancia o la policía. Con la intención de disminuir las 102 víctimas mortales que se produjeron el histórico invierno de 2007 cuando nevó en la ciudad de Buenos Aires, Juan Carr, titular de la Red Solidaria, comenzó una campaña que apunta a que los ciudadanos se comprometan a colaborar con la gente en situación de calle y puedan llamar a los organismos correspondientes para preservar su salud los días más fríos del año. Ayer, por la ola de frío, murió un hombre de 51 años que se trasladaba a su trabajo en bicicleta en la ciudad de Paraná.
La Organización Médicos del Mundo Argentina, según su último informe de diciembre de 2008, contabilizó más de 10.000 personas en situación de calle, mientras que el Gobierno de la Ciudad sumó 1.029 casos. Estamos tratando de sobrevivir y seguir adelante pensando en los chicos, dijo Heredia quien considera que lo que les da el gobierno porteño no es digno. Los encierran en un centro de evacuados o en un parador y tienen que estar y salir a horario, firmar planillas y la comida es un desastre.
UNA FAMILIA EN LA CALLE. En la ciudad de Buenos Aires, Débora Hernández, de 18 años, le da la teta a su hijo de tres semanas de vida, mientras que Melody, su nena de un año y dos meses, busca algún objeto que pueda simular un juguete. Alejandro Heredia, de 21, come una hamburguesa que sacó de una bolsa. Hace diez meses que viven en la calle. La situación, que sucede a diario en la puerta del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), Sarmiento 840, se hace insostenible cuando la helada azota.
El martes por la noche, personal del programa de asistencia social Buenos Aires Presente (BAP) que depende de la Dirección General de Atención Inmediata del Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad fue a buscarlos y los exhortó a que los acompañen al Centro de Evacuados. Con el Operativo Frío nos llevaron al centro, pero la convivencia es terrible. Hay mucha gente adulta con los menores y hay también gente enferma que se orina y que debería estar en hospital, dice la familia Heredia.
De esta forma, ni con los paradores nocturnos, donde la familia debe separarse ya que no son mixtos, ni con el centro de evacuados ni con el subsidio habitacional de 450 pesos que les dieron y que les duró cuatro noches cada noche con criaturas en un hotel de Constitución nos costó 100$, dicen pudieron solucionar su problema domiciliario.
Al igual que a la familia Heredia, según informó el Ministerio de Desarrollo Social, se brindó asistencia a 1.153 personas por medio del plan de emergencia, que involucra a 80 asistentes sociales y 30 unidades móviles. La atención incluyó la provisión de alimentos, abrigo e infusiones calientes para combatir las bajas temperaturas y la derivación a hogares y paradores. En consonancia con la campaña de Red Solidaria, recordó que está a disposición la Línea de Atención Social Inmediata (108) para pedidos espontáneos de solicitud de frazada, vianda, vestimenta o alojamiento por parte de población en situación de calle o de gente que advierta la presencia de personas que requieren esa asistencia.
OPINIÓN
Han sido muy maltratados
Alfredo Moffatt (Psicólogo social. Ex director del Hogar Félix Lora, asilo para indigentes de la Municipalidad de Buenos Aires)
La población nueva de marginales es diferente a la del viejo linyera que no quería ir a los paradores porque era un régimen muy militar, donde debía bañarse forzosamente y no había condiciones de intimidad. Anteriormente, las familias se defendían y conseguían lugares con calorcito. Ahora la situación es muy difícil porque la cantidad ha aumentado terriblemente y hay familias enteras en situación de calle. Muchas no quieren aceptar las condiciones porque el régimen sigue siendo militar, pero básicamente porque al ir al parador pierden sus pertenencias ya que no las pueden dejar en la calle. Deberían despojarse de sus colchones y sus cartones. El alcohol es otro tema. Una vez, un borracho me dijo que el diván del pobre es un cartón de vino porque quita el hambre, el frío y la desesperación. Entonces, lo que se piensa como un vicio muchas veces es utilizado para defenderse de una situación atroz.
La ayuda que se les brinda se les otorga desde las pautas de higiene, desde una concepción de clase media y desde un horario cuartelero. Muchos incluso tienen miedo de que se los identifique. Son gente que ha sido muy maltratada y que vive la patología de sobrevivir: se encuentra en un presente continuo donde no hay mañana ni futuro, sólo cuenta salvarse en ese momento. Por todos estos factores y las situaciones que vivieron, las condiciones ofrecidas no siempre son tentadoras para que el hombre deje la calle.
Fuente: Critica de la Argentina 24/07/09