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Las cronicas de Midgard (novela) capitulo 1.
#1
Las crónicas de Midgard
Libro I: El mundo sin dioses.

Prologo.
“Hace mucho tiempo, en el principio, solo existían la tierra de fuego y la tierra del hielo. La primera, ubicada a una distancia prudente de la segunda, recibía las gotas frías de esas tierras y esta a su vez le devolvía vapor a las tierras del hielo.
Sus inmensos hielos ocupaban la grandeza del todo y poco a poco, los vapores, fueron descongelando a Ymir el padre de los Jotun, un gigante que, para darle origen al mundo, se apareó de forma asexuada.
Mucho tiempo pasó de aquello y el mundo prosperó bien.
Pero había algo que mantenía con insomnio a los Aesir, los dioses principales de aquel mundo, y era: “El ragnarok”
Odín, dios supremo de los Aesir, consultó a una sibila muerta en batalla hacía mucho tiempo sobre este acontecimiento y ella dijo lo siguiente:
“Odín, dios de dioses… ¡Ja! ¡Patrañas! He visto a muchos héroes subir a puestos de gloria como el que tienes tú, morir como pequeñas alimañas. Dime, ¿De que te ha servido aquello si no puedes mantener a tus súbditos? Veo que estás preocupado, Oh, sí, veo tu final “gran Odín” y es este. Loki, el dios más caprichoso que ha conocido el mundo, el cual está encadenado junto a sus hijos Hela, diosa de los muertos; el Fenrir, el gran lobo que es su hijo; y Jormungard, la gran serpiente que rodea Midgard, el mundo de los humanos; serán liberados por Yggdrasil, el dragón que roe las raíces del árbol en el que está basado tu mundo y sostendrán una larga batalla. Pedirán ayuda a las Valkirias pero de nada les servirá. Fenrir, el gran lobo, te devorara y acabará contigo y ya no tendrás escapatoria”
“La sibila desapareció y dejó preocupado al señor Odín, este recurrió a los guerreros más versados en la batalla, los Vellhud. Si existía alguien en aquel mundo capaz de salvar a Odín de aquel desastre, eran ellos.
Odín mando a su herrero personal a forjar armaduras especiales que pudieran resistir el embate de Fenrir, los muertos de Hela, los ataques incesantes de Jormungard y los propios poderes de Loki, quien era capaz de cualquier cosa con tal de provocar el caos en aquel mundo.
El día finalmente llegó y los doce Vellhud con sus armaduras no pudieron derrotar a sus enemigos sin caer antes.
El Fenrir atacó el Vallhala y, en una batalla de proporciones épicas, derrotó y devoró a Odín y a los demás dioses, exceptuando a su padre Loki. De esta manera termino el ciclo conocido como Ragnarok y comenzó el ciclo denominado Midnarok y esta es su leyenda…”


Libro 1, Capitulo 1: 3000 años después del Ragnarok.
Midgard, la ciudad de los hombres en las antiguas escrituras del mundo, estaba habitada en su mayoría por humanos. Pero no eran los únicos que vivían allí. Había también unos pequeños seres, de gran bondad e inteligencia pero con corazones traviesos, llamados Elfos de la luz. Estos elfos vivían en los bosques en paz y tranquilidad. Hacían sus casas en las copas de los árboles y se alimentaban de frutas y bayas que encontraban en su bosque.
Desde el final del Ragnarok y el principio del Midnarok, han custodiado sus bosques y los han mantenido protegidos con magia elemental, una magia que llama a los guardianes de los elementos. Pero ya casi no la usaban. Solo lo hacían cuando necesitaban cosechar plantas para comerciar con los humanos. La moneda común en Midgard era el Dalton, una moneda de oro acuñada por los herreros enanos en las minas de Adberich, al sur de la ciudad llamada “Central”.
Otra raza que habitaba aquel mundo, una de las más antisociales, era la de los elfos oscuros. Eran lo opuesto, tanto físicamente como en otras características intelectuales y sentimentales, de los elfos de la luz (a los cuales llamaremos de ahora en adelante “Elfos”).
Los elfos oscuros habitaban lugares húmedos como podrían ser cementerios, grandes cuevas y húmedos pantanos o ciénagas. Se alimentaban de pequeñas alimañas como ratas, arañas y hasta gusanos. No cosechaban nada, vivían de lo que robaban a los viajeros o a los muertos en los campos de batalla, por esa razón era raro verlos andar por Central quizás comerciando quizás comprando pociones; y si se los veía, ellos andaban vestidos con ropajes oscuros raídos.
Por otro lado, en las minas de Adberich (bautizadas así en nombre del enano que las había encontrado por primera vez antes del Ragnarok, de ahora en adelante a.R, durante la era heroica) se encontraba la raza más laboriosa de Midgard. A miles de metros de profundidad se encontraba la tierra de los enanos. Miles de cavernas y túneles subterráneos, en los cuales otras razas se perderían inexorablemente y morirían allí, se desarrollaban debajo de Midgard. Eran incontables los rollos-mapas que poseían los enanos, en realidad si se podían contar pero un hombre tardaría entre 89 y 95 años en contarlos y verificarlos teniendo en cuenta que un hombre no empieza a leer o escribir hasta que no se desarrolla su inteligencia… en definitiva, no llegaría a leerlos todos nunca.
Estas razas vivían en paz y armonía ya que los Aesir (dioses mayores), los Vanir (dioses menores) y los Jotun (Gigantes) habían muerto tras el Ragnarok y la victoria de Loki, Hela, Fenrir y Jormungard había sido aplastante.
Pero Loki y sus hijos habían desaparecido hacia siglos. ¿Qué había sido de ellos? Nadie lo sabía.
Nuestra historia nos ubica tres mil años después de comenzado el Midnarok, las razas se encuentran viviendo en paz ya que han logrado superar el caos en que los había sumergido Loki.
Una figura encapuchada camina por las calles de Central, solitaria ella, no porta armas a la vista ni lleva una bolsa visible. Su cuerpo, cubierto por aquella capa élfica raída, oscura y siniestra, dejaba ver unos labios de mujer amoratados y morados. Su estatura era la normal para una mujer de su raza.
Caminó por las calles infectadas de humanos hasta doblar en una esquina a la derecha. Entro al boulevard en el que los humanos comerciaban sus productos y se acercó a un puesto que ofrecía pociones de distinto tipo.
-¿Cuánto cuesta está poción Multi-avanzada? –Preguntó la elfa oscura tomando entre sus manos la pequeña poción color azul que estaba sobre una pequeña mesita.
El vendedor, un humano posiblemente educado en la alta magia, miró con desconfianza a su interlocutora, pero un comprador era un comprador.
-Vale veinticinco Dalton de plata y dos de oro –observó el mago retirándole la poción de las manos y sosteniéndola él en las suyas- ¿Sabes cual es el efecto de esta poción?
-No
-Es sencillo, si estás en una situación de peligro como por ejemplo una plaga de arañas gigantes del pantano en tu cementerio y dispones de una sola arma y una sola persona, echas una gota sobre tu arma y otra sobre ti… instantáneamente se duplicaran, tanto tú como tú espada a la vez que la fuerza sube considerablemente, es verdaderamente mágica.
La elfa dudó. Era justo lo que estaba buscando desde hacia algún tiempo.
Se escuchaba un tumulto más allá, algunas calles arriba. La elfa preguntó al humano si sabía lo que pasaba allí.
-Es el cortejo del rey, parece que está pasando por Central, mi hermano debe andar por ahí. Él está enamorado de la princesa Amalia, única hija del rey –el mago jugaba con la poción multi haciéndola girar entre sus dedos con mucha habilidad, la elfa observó esto intrigada- se dice que el rey a estado fuera, en tierras amigas, buscando un heredero para su trono –el mago suspiro- parece que hoy va a dar el anuncio, aquí en Central.
Dejó la botellita sobre la mesa y le dijo a la elfa, acercándose al oído: “Yo que vos iría ahora, es tu chance”, se fue devuelta para atrás y se sentó en una silla mientras le sonreía.
-¿A que te refieres? –inquirió la elfa, algo confundida.
-No se de que hablas… ¿llevas la poción multi-avanzada?
La elfa se preguntó si habría soñado lo que le dijo aquel mago.
-Sí, aquí tienes…
La elfa puso el dinero en la mano del mercader y este le entregó la botellita.
La elfa se fue camino al tumulto. Sabía a que se refería el mercader.
-Pero, ¿Cómo? –Se preguntaba la elfa- ¿Acaso alguien más sabía del plan?
El plan consistía simplemente en producir, de una manera confusa, la muerte del rey.
Aquel hombre había sido bueno, había beneficiado a todos los pueblos de Midgard, menos al suyo. Odiaba a los elfos oscuros.
¿Sería verdad que el rey encontró un heredero para su trono? La elfa dobló en una esquina y se escondió detrás de unos barriles de agua que estaban en la puerta de esa casa. Desde que dejara al mercader-mago Alara, así se llamaba la elfa oscura, se sentía observada. Esperó allí detrás un rato largo pero nada sucedió. Aquel camino parecía olvidado. Nadie pasaba por allí.
Estaba a punto de salir de su escondite cuando escuchó voces que no eran humanas. Eran elfos oscuros y vestían la misma ropa que ella. Cuando hablaban lo hacían en el antiguo idioma del Ragnarok. Eran dos los elfos oscuros.
-La perdimos, ahora no podremos ayudarla –dijo el más alto y con vos de hombre- Vamos a buscarla cerca del rey Stephen, es su objetivo…
Ambos corrieron a mezclarse con la gente.
Alara se preguntó quienes serían esos dos. Eran de su propia raza. ¿Por qué la estarían siguiendo?
Alara camino denuevo hacia donde estaba la gente y se mezcló con aquel tumulto.





Raziel Saehara
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Las cronicas de Midgard (novela) capitulo 1. - por Raziel_Saehara - 26-10-2010, 17:13